Podemos utilizar métodos de instalación en seco y en húmedo, siempre teniendo en cuenta la superficie donde quedará adherido el autoadhesivo. Si la superficie es vidrio, se pueden usar ambos tipos de instalación con la ayuda de una espátula, asegurándose de no dañar el gráfico. Si la superficie es porosa, como una pared, retablo, etc., se recomienda la instalación en seco. Todo esto depende mucho de la experiencia del instalador.

Los autoadhesivos siempre manejan una cohesión inicial, y se debe permitir que actúe sobre una superficie previamente preparada para instalar un gráfico. Las causas más comunes por las que no hay adhesión son que la superficie no estaba libre de grasa, polvo u otros residuos que impiden que el adhesivo funcione correctamente.

La temperatura adecuada para instalar un vinilo generalmente oscila entre 18°C y 25°C. En este rango, el adhesivo del vinilo se comporta de manera óptima, permitiendo una buena adherencia a la superficie.

Consideraciones:

• Temperaturas bajas (por debajo de 10°C): El adhesivo puede volverse rígido y no adherirse correctamente.
• Temperaturas altas (por encima de 30°C): El adhesivo puede volverse demasiado blando, lo que dificulta la instalación y puede causar burbujas.

Mantener las condiciones dentro de este rango ayudará a asegurar una aplicación exitosa.

Esto siempre se debe tener en cuenta, ya que al imprimir un gráfico sobre vinilo, los solventes de la tinta permanecen en la superficie de la impresión y pueden afectar el adhesivo tanto del laminado como de la impresión. Esto puede causar el levantamiento del gráfico si se instala sobre alguna superficie antes de que los solventes se evaporen completamente.

• Limpiar la máquina y asegurarse de que sus inyectores estén libres de contaminantes.
• Seleccionar el perfil correcto para la impresión, teniendo en cuenta el tipo de vinilo.
• Utilizar guantes para la manipulación del vinilo o asegurarse de que las manos estén libres de grasa.
• Ajustar la temperatura de la máquina.
• Si la impresión va a ser laminada, permitir un tiempo aproximado de 24 horas para el curado de la tinta.